Cuenta conmigo
La amistad cobra su máximo sentido en los días especiales en la vida de una persona. La alegría es más fuerte y brillante cuando hay un amigo cerca, dispuesto a acompañarnos y prestarnos su apoyo. Uno de esos momentos estelares, que marcan un antes y un después en cualquier biografía, es el día en que nos casamos y todas las personas importantes en nuestra vida están convocadas en una iglesia o en un juzgado expectantes, emocionados y deseosos de asistir a la ceremonia con sus mejores galas. Una boda no sería tan bonita si antes de llegar al altar, los bancos no estuvieran repletos de caras conocidas y sonrientes al paso de los novios; si a la salida de la iglesia, no hubiera decenas de manos tirando arroz y pétalos de rosa para desearnos amor y prosperidad; si en el banquete no se escuchara el sonido festivo de las copas brindando con champán y los más veteranos no fueran los últimos en abandonar la pista de baile junto a los niños -incansables-, los jóvenes -imparables- y los novios,