Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2010

Sé cómo eres

Ni test de personalidad ni estudios sociológicos: hay otras formas más divertidas y curiosas de intuir el carácter y las motivaciones de las personas que nos rodean. Basta con tomarse el tiempo necesario, afinar nuestras dotes de observación y encontrar el escenario adecuado, un lugar que presente múltiples opciones y en el que concurran todo tipo de personajes. Tomemos como ejemplo el self-service de un gran complejo hotelero. 13:30 horas: empiezan a llegar los primeros turistas. Tras hacerse con sus bandejas de plástico y empezar su periplo por las distintas fuentes del autoservicio distinguimos a nuestros primeros sujetos de estudio: 1.- La mujer controladora. Está más pendiente de la bandeja de su marido que de la suya propia. Cada vez que su cónyuge se acerca a un plato apetitoso le recuerda sus problemas de colesterol y si toma una segunda cerveza empieza a relinchar como un caballo de carrera. Es autoritaria, antipática y aguafiestas. 2.- El niño-latazo (y digo “latazo” por no

Estar conectado

Casas de piedra con chimeneas humeantes, prados tapizados de verde y una lluvia fina que riega la tierra con insistencia y llena el paisaje de bruma. Viajamos en coche, con la prudencia que obliga el mal tiempo y que permite que los ojos se detengan en cada detalle. A ambos lados de la carretera, las señales de tráfico se alternan con cruceiros rodeados de musgo y rótulos de bares de aspecto sencillo y mesa agradecida, donde se come buen pulpo y el vino prolonga las sobremesas con alegría y buen humor. Galicia en otoño huele a leña y pan recién horneado, a tierra mojada y paredes humedecidas. Los pueblos del Norte acogen al viajero con la calidez de la gente del campo, que vive permanentemente conectada con la Naturaleza. Siempre he admirado la fuerza de ese vínculo y la capacidad de algunas personas para predecir la proximidad de las lluvias o el alumbramiento de un animal, de saber qué necesita la tierra para ser más fértil y producir mejores cosechas. Los habitantes de la ciudad no