Entradas

Mostrando entradas de 2012

Tiempos difíciles

Imagen
Con fuerza y en plena cara. Un golpe contundente y a cámara lenta, como en los planos más emotivos de las películas donde la suerte del protagonista se dirime sobre un ring de boxeo, en un asalto que le pilla desprevenido, con la guardia baja y sin tiempo de reaccionar. Al suelo y K.O. Sonido de campana y fin de la partida. Demasiado fuerte. Demasiado directo. Un golpe demoledor.   Leo las últimas noticias y veo entre líneas esas caras golpeadas: desempleados, propietarios a punto de sufrir un desahucio, personas que se enfrentan a una pérdida dolorosa… Caras que acaban de recibir un golpe y tratan de mirar a los lados para ver a dónde pueden agarrarse y volver a ponerse en pie.   No siempre experimentamos lo que merecemos: hay etapas muy duras, donde los obstáculos se empeñan en hacernos el camino especialmente complicado. La vida da y quita. Cuando menos lo esperas, en lo que menos esperas. La ruleta de la Fortuna gira de la misma forma caprichosa para todos: hoy es el vecino

Escrito en el respaldo de un sillón de autobús

Imagen
Siempre me ha llamado la atención las palabras e inscripciones escritas furtivamente en los bancos de las plazas, en los troncos de los árboles y en lugares insospechados de ciertos espacios públicos. Dejando a un lado los mensajes-protesta o los que hacen alarde de la potencialidad de ciertas partes del cuerpo (con números de teléfono móvil incluidos, un clásico de las puertas de los aseos públicos), me resulta curioso descubrir la fuerza que desprenden las palabras escritas a corazón abierto, en un momento de pasión y vulnerabilidad. Me pasó hace unos días cuando viajaba en un autobús público de Palermo. Nos dirigíamos hacia el Palacio Real, un edificio que alberga una de las joyas mejor custodiadas de la ciudad: la capilla Palatina. Mientras observaba las fachadas de las iglesias, los escaparates de las tiendas y las entradas angostas de las calles que íbamos dejando atrás, me tropecé con esta frase escrita en uno de los sillones del autobús: “La mia felicità dipende da te” (“Mi

Películas que dejan una sonrisa

Imagen
“Al final todo sale bien. Y si no sale bien, es que entonces no era el final” . Intuyo que una gran parte de los espectadores de la película “Exótico Hotel Marigold” recordaban esta frase cuando terminó la proyección de la película, se encendieron las luces de la sala y se dirigieron sonrientes hacia la salida mientras sus siluetas recortaban los títulos de crédito de la pantalla. Esta frase, repetida en varias ocasiones a lo largo del largometraje, no era sólo el lema vital de uno de los personajes principales (interpretado por Dev Patel, protagonista de “Slumdog Millionaire”), sino el hilo conductor de todas las tramas.   “Al final todo sale bien” es una frase que solemos decir cuando el inicio o el desarrollo de un proyecto nos está resultando incómodo o nos está creando problemas inesperados. Las dos primeras palabras, “Al final” , nos hacen intuir la luz en la desembocadura de un túnel, un brote de esperanza que se divisa desde un punto de oscuridad. Y eso es precisamente lo

Proyecto

Sueño con planes y plazos de ejecución.

Con permiso de Chavela

Me tropecé con el tweet de Chavela Vargas el sábado por la noche, mientras leía con rapidez mensajes de 140 caracteres que hablaban de propuestas de ocio para el fin de semana, de la inminencia de las elecciones en Andalucía y Asturias y del estado de ánimo de los usuarios, que bromeaban distendidamente sobre todo tipo de asuntos. Chavela, desde su   perfil sonriente en sepia, con camisa blanca y pañuelo rojo anudado al cuello, ponía voz profunda y sonido de guitarra a través de un único mensaje. Tan sólo un artista puede decir mucho con muy pocas palabras. -“El amor es un paso. El adiós es otro…y ambos deben ser firmes, nada es para siempre en la vida”-, comentaba en su tweet. Amar y despedirse. Vivir intensamente con alguien y morir para alguien. Nacer, morir y renacer. Tiene razón Chavela. Nada es para siempre o, al menos, nada es para siempre de la misma forma. Todo cambia. Todos cambiamos. Pero me resisto a recrearme en la melancolía. Hay algo que siempre perdura: los buenos rec

La fuerza de una imagen

Imagen
Enseñó al mundo las caras tiznadas de carbón de los niños mineros, las miradas inseguras de los inmigrantes polacos que llegaban a Ellis Island con maletas atadas con cuerdas y las hileras de ropa tendidas al sol de los barrios desfavorecidos de Manhattan a principios del siglo XX. Sus imágenes suenan a sirenas de barco, a palabras pronunciadas en un inglés con acento extranjero, a máquinas accionadas por niños que no tienen más remedio que trabajar. En las fotografías de Lewis Hine hay páginas llenas de historias, ambientes cargados de sensaciones, sabores, olores. Ruido. Inquietud. Conciencia de que los episodios que rescata no deberían haber pasado nunca, conciencia y denuncia del sufrimiento ajeno. El poder del artista es tremendo: su mano invisible atrapa al espectador y le introduce en el escenario de cada fotografía. ¿Cómo empezarías una nueva vida en otro país con poco dinero y sin conocer el idioma? ¿Qué sentirías al ver a tu hijo descalzo vendiendo periódicos por la calle? ¿