Reencuentros

Hasta hace poco tiempo, los reencuentros estaban asociados a las escenas más efusivas de las películas románticas, a las letras de ciertas baladas y al célebre anuncio navideño del turrón. Los reencuentros eran el territorio natural de los emigrantes, de las parejas a distancia y de los estudiantes de provincias. La lejanía era un mal poco conocido, un peso en la mochila que cargaban otros a sus espaldas.

Hasta que llegó el confinamiento e impuso su ley de vida a lo lejos, sus restricciones y sus reglas. Y la experiencia de la distancia se extendió a todos y nos hizo añorar la cercanía con nuestros seres queridos, el calor de los abrazos y la espontaneidad de los besos. Nos llevó a familiarizarnos con las videollamadas, a tachar los días en el calendario como los presos dentro de sus celdas y a esperar cada día con más ganas ese ansiado momento del reencuentro. 

Decía ‘El Principito’ que no se valora algo hasta que se pierde y todos hemos comprobado hasta qué punto es verdad esa afirmación. La Fase 1 ha supuesto una verdadera fiesta para muchas familias que ya han podido reencontrarse después de tantos días de espera e incertidumbre, los primeros de una larga lista de reencuentros que se irán completando a medida que aumenten las posibilidades de desplazamientos y las medidas de protección hacia colectivos vulnerables. La distancia nos ha hecho ser más conscientes del valor de la familia y de los amigos, ese grupo incondicional de personas que hacen que nuestras vidas sean más completas, más llevaderas, más divertidas… y mucho mejores. 

Brindemos hoy por todos los reencuentros: por los que ya han sido y por los que están por llegar. Que la alegría de volver a ver a nuestros seres queridos ponga color a estos días grises que hemos vivido en las últimas semanas. 




Comentarios

  1. Brindemos por el Amor siempre:)) Gracias por relatar estos sentimintos

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    1. Gracias por tu comentario. Brindemos siempre por el amor :-)

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